Los rituales constituyen eventos cruciales para una comunidad, pues marcan pautas espacio-temporales mediante una alta carga simbólica. Suelen ser actividades o conjuntos de actividades que involucran a toda la comunidad y que se repiten cada año, reforzando así los vínculos, el sentido de identidad y el sentido de pertenencia.
Algunos de nuestros rituales más representativos son:
Año tras año celebramos el Día del Idioma con esta actividad, en la que la literatura y el intercambio de libros se convierten en el pretexto para encontrarnos y compartir.
La Semana Cultural tiene una connotación especial en la Unidad, pues es un proyecto que planean, organizan y ejecutan los y las estudiantes bajo el liderazgo del Consejo Estudiantil. Esto hace que sea un espacio único para ejercer la participación y la autonomía por parte de nuestros niños, niñas y jóvenes.
Los colombianos hemos vivido en un escenario de permanente conflicto y no podemos ser indiferentes frente al mismo. Durante la celebración de la Semana por la Paz hacemos una pausa a nuestras actividades académicas para reflexionar y discutir sobre temas que nos convocan dentro de un contexto más amplio: la identidad, la justicia, la verdad o la resolución de conflictos.
Los conocimientos y aprendizajes no pueden limitarse al salón de clase. Por el contrario, estos se enriquecen y afianzan en múltiples escenarios que trascienden el espacio escolar, y es por esto que desde el Colegio promovemos y organizamos salidas pedagógicas desde el preescolar hasta el grado Once.
La posibilidad de conocer otras realidades desde un punto de vista social, económico y ecosistémico les permite a los estudiantes ampliar su mirada del país y del mundo. Así mismo, la oportunidad de compartir con maestros y compañeros en un contexto distinto al del colegio, enriquece la mirada del otro, fortalece los vínculos, el sentido de pertenencia y la construcción de autonomía.
La construcción de ciudadanía es un concepto vacío si no hay una participación activa de los miembros que hacen parte de la comunidad. La participación, a su vez, carece de sentido si no incide en la transformación colectiva. En la Unidad Pedagógica, la construcción colectiva de acuerdos de convivencia constituye ese primer lugar de participación política de los niños y niñas cuando ingresan al colegio. A partir de ese momento su voz adquiere relevancia tanto en los espacios pequeños y cotidianos, como el salón de clases, así como en espacios de participación más amplios, como las asambleas escolares, que se llevan a cabo desde los primeros años del preescolar.
Por otra parte, el Consejo Estudiantil tiene una incidencia importante en las dinámicas escolares, proponiendo y organizando directamente algunas actividades transversales, entre ellas, la Semana Cultural.